jueves, 31 de marzo de 2016

XIII CONCURSO DE POSTALES DE DINOSAURIOS - MUSEO DE DINOSAURIOS

PRÓXIMAMENTE COLGAREMOS LAS BASES DE ESTA DECIMOTERCERA EDICIÓN


Científicos explican la evolución de algunos de los dinosaurios más grandes

Un equipo de científicos de la Universidad de Liverpool ha logrado explicar, a través de modelos informáticos, la evolución del cuerpo de unos de los dinosaurios de mayor tamaño, los saurópodos. El cuerpo es estos animales se caracterizaba por las grandes dimensiones de su tronco, cuello, patas y cola, y su pequeña cabeza.

POR EUROPAPRESS

Los saurópodos son los animales terrestres más grandes que jamás han vivido y entre sus miembros están algunos de los ejemplares más conocidos, como los diplodocus, los Apatosaurus o el Brontosaurio.

A pesar de que su anatomía es bien conocida, hasta la fecha, no se había profundizado en la evolución de la misma y de cuál podría ser el origen del contraste entre cuerpo y cabeza tan peculiar en esta especie. El científico Karl Bates y sus colegas decidieron comenzar un estudio al respecto usando modelos informáticos tridimensionales con los que han reconstruido los cuerpos de los saurópodos para analizar cómo la forma y el tamaño ha evolucionado a través del tiempo.

Durante su inverstigación, que ha sido publicada en 'Royal Society Open Science', Bates ha encontrado evidencias de que los cambios en la forma del cuerpo de este animal coincidieron con los principales acontecimientos de la historia evolutiva, como el aumento de los titanosaurios, los últimos saurópodos que existieron.

Los primeros dinosaurios que evolucionaron a partir de los saurópodos eran pequeños y caminaban sobre dos patas, con colas largas, troncos pequeños y pequeñas patas delanteras. De hecho, el equipo ha estimado que esta forma de cuerpo, que concentra su mayor peso cerca de la articulación de la cadera, les habría ayudado a mantener el equilibrio para caminar sobre sus patas traseras.

ANIMALES CUADRÚPEDOS

Pero los saurópodos evolucionaron gradualmente alteraron tanto su tamaño como su forma de esta plantilla ancestral y se convirtieron en animales, no sólo significativamente más grandes y más pesados, sino también consiguieron un tronco proporcionalmente más grande, así como unas patas anteriores y, en particular, un cuello dramáticamente más grande.

Los hallazgos del equipo muestran que estos cambios de distribución de peso en los saurópodos a medida que crecían en tamaño llevaron a estos dinosaurios a para gradualmente de ser animales de dos patas a uno de cuatro patas, como lo son los grandes miembros de esta especie del Jurásico: diplodocus y apatosaurus.

Del mismo modo, el equipo encontró que estas tendencias vinculadas al tamaño, la forma del cuerpo y la distribución del peso no terminaron con la evolución de los saurópodos cuadrúpedos totalmente. En el período Cretácico --la última de las tres edades de los dinosaurios-- muchos grupos de saurópodos anteriores se redujeron.

"Como resultado de la elaboración de estos modelos hemos podido comprobar que el tamaño relativo del cuello de los saurópodos aumentó gradualmente con el tiempo, dando lugar a animales que cada vez eran más pesados en su parte delantera, en relación con sus antepasados", ha indicado el autor principal.

Su compañero del Imperial College de Londres, Philip Mannion, ha destacado que estas innovaciones en la forma del cuerpo podrían haber sido clave para el éxito de los titanosaurios, que fueron los únicos dinosaurios saurópodos que sobrevivieron hasta la extinción total, hace 66 millones de años.

Fósiles de los ‘hobbits’ de Indonesia son más antiguos que lo pensado

Publicado en marzo 30, 2016 en Ciencia, Microblogging Now!
















NUEVA YORK.– Fue un descubrimiento espectacular: restos fósiles en una cueva de Indonesia revelaron un pariente reciente de los humanos modernos que medía apenas un metro (tres pies) de estatura. Las criaturas rápidamente fueron apodadas “hobbits”.

Con evidencia de que habían sobrevivido hasta apenas 12.000 años atrás, los hobbits parecían ser los últimos de nuestros compañeros en la rama humana del árbol de la evolución.

Ahora, una década después de la noticia, han perdido esa distinción. Nuevas investigaciones indican que desaparecieron mucho antes; hace unos 50.000 años, antes que, por ejemplo, los neandertales.

La nueva fecha genera conjeturas sobre si los hobbits fueron aniquilados por la llegada de los humanos modernos a la isla. Sin embargo, no cambia mucho su significado científico, dijo Matt Tocheri, de la Universidad de Lakehead en Thunder Bay, Ontario.

Tocheri y otros científicos escribieron el nuevo estudio con tres de los investigadores que reportaron inicialmente el descubrimiento en el 2004. El nuevo artículo fue publicado el miércoles por la revista Nature.

Los hobbits son conocidos formalmente como Homo floresiensis, por su hogar en la isla indonesia Flores. Con cerebros pequeños, similares al del chimpancé, los hobbits tenían cráneos que se asemejaban a los del Homo erectus, que vivió en África y Asia. Pero tenía además brazos largos y piernas cortas, más parecidos a antepasados mucho más ancestrales conocidos por el esqueleto llamado Lucy.

No está claro su lugar preciso en el árbol genealógico humano. Pudieron haber descendido de antepasados más altos cuya estatura se contrajo por su aislamiento en la isla. Algunos científicos han dicho que se trataba de humanos modernos enfermos y no una especie separada, pero expertos dicen que es un punto de vista minoritario y las nuevas fechas lo hacen más improbable.

Los hobbits evidentemente hicieron las herramientas de piedra descubiertas a un lado de restos de esqueletos en la cueva Liang Bua. El nuevo análisis dice que los restos tienen una edad de entre 100.000 y 60.000 años, mientras que los artefactos tienen edades que van de 190.000 a 50.000 años.

Los investigadores revisaron los cálculos de era originales luego que nuevas excavaciones revelaran más detalles sobre la geología de la cueva.

¿Entonces la llegada del humano moderno marcó el final para los hobbits? No hay evidencia de que los humanos modernos ocuparan Flores hasta mucho después de haberse ido los hobbits, pero se sabe que no vivían lejos de ahí, en Australia, hace unos 50.000 años, aproximadamente cuando los hobbits desaparecieron.

miércoles, 30 de marzo de 2016

DESCUBREN QUE LA MALARIA PODRÍA HABER INFECTADO A LOS DINOSAURIOS Y LA RELACIONAN CON SU EXTINCIÓN

Es un hallazgo de expertos de la Universidad de Oregón


Imagen del fósil más antiguo con malaria. Crédito: Universidad de Oregón.
















El primer registro de malaria en humanos se remonta al 2.700 a. de C. en China. El año pasado, la Organización Mundial de la Salud registró 214 millones de caso y casi medio millón de muertes debido a esta enfermedad que, se pensaba, tendría sus orígenes 8 millones de años atrás, según las estimaciones más remotas. Pero parece ser que la malaria es mucho más antigua.
Un nuevo análisis de su origen prehistórico sugiere que se desarrolló en los insectos por lo menos hace 100 millones de años, y los primeros huéspedes vertebrados de esta enfermedad fueron probablemente los reptiles, dinosaurios en aquellos tiempos. La malaria la provoca principalmente un género de protozoos, Plasmodium, y se extiende por la picadura del mosquito Anopheles.
De acuerdo con George Poinar Jr., de la Universidad Estatal de Oregón, las diferentes cepas de malaria,  podrían haber determinado la supervivencia de ciertos animales y configurado la evolución en la Tierra. Para más datos, este experto en paleogenética fue quien inspiró a Michael Crichton para que escribiera Jurassic Park al descubrir que el ámbar podía preservar las estructuras celulares (como la mitocondria o el núcleo) de las criaturas atrapadas en su interior.
Poinar fue el primero en descubrir un tipo de malaria en un fósil de entre 15 y 20 millones años de antigüedad. Se trata del primer registro fósil de la malaria por Plasmodium, un tipo de la que ahora es la cepa que infecta y mata a los seres humanos. “Creo que la evidencia fósil muestra que la malaria moderna, transmitida por mosquitos, tiene al menos 20 millones de años de edad – explica Poinar en un artículo en la revista American Entomolgist –, y las formas tempranas de la enfermedad, al menos 100 millones de años, probablemente mucho más. Hubo eventos catastróficos que se sabe que han ocurrido en esa época, tales como los impactos de asteroides y erupciones volcánicas. Pero aún así está claro que los dinosaurios se extinguieron lentamente durante miles de años, lo que sugiere otros motivos incluyendo patógenos microbianos y enfermedades de vertebrados que aparecieron en esos tiempo, como la malaria”.
Ya en 2007, en su libro ¿Qué le pico a los dinosaurios?Insectos enfermedades y muertes en el Cretácico, Poinar especulaba con este tipo de enfermedades en relación a la extinción de los dinosaurios.
Para este experto, la comprensión de la evolución de la malaria podría ofrecer pistas sobre cómo funciona su ciclo de vida, su desarrollo y cómo interrumpir su transmisión.

Las lunas de Saturno nacieron después que los dinosaurios

Imagen de Encelado, tomada por la nave espacial Cassini. Nasa
Algunas de las lunas heladas de Saturno, así como sus famosos anillos, podría ser adornos modernos, nacidos hace unos cuantos cientos de millones de años, más recientes que los dinosaurios. "Las lunas siempre están cambiando sus órbitas. Eso es inevitable", dice Matija Cuk, investigador principal en el Instituto SETI. "Sin embargo, este hecho nos permite utilizar simulaciones por ordenador para desentrañar la historia de las lunas interiores de Saturno. Haciendo esto, nos encontramos con que muy probablemente nacieron durante el último dos por ciento de la historia del planeta".

Mientras que los anillos de Saturno se han conocido desde la década de 1600, todavía hay debate sobre su edad. La asunción directa es que son primordiales: tan antiguos como el propio planeta, que tiene más de cuatro mil millones de años. Sin embargo, en 2012, astrónomos franceses encontraron que los efectos de las mareas - la interacción gravitatoria de las lunas interiores con líquidos de profundidad en el interior de Saturno - están causando una espiral de radios orbitales de mayor tamaño con relativa rapidez. La implicación, teniendo en cuenta sus posiciones actuales, es que estas lunas, y presumiblemente los anillos, son fenómenos recientes.

Cuk, junto con Luke Dones y David Nesvorny del Southwest Research Institute, utiliza modelos de ordenador para inferir el comportamiento dinámico más allá de las lunas heladas interiores de Saturno. Mientras que nuestra propia luna tiene su órbita en solitario alrededor de la Tierra, muchos satélites de Saturno tienen que compartir el espacio entre sí. Todas sus órbitas crecen lentamente debido a los efectos de marea, pero a un ritmo diferente.

Esto da lugar a pares de lunas que, de vez en cuando, entran en las llamadas resonancias orbitales. Estas se producen cuando el período orbital de una luna es una fracción simple (por ejemplo, la mitad o dos tercios) del periodo de otra luna. En estas configuraciones especiales, incluso las pequeñas lunas con débil gravedad pueden afectar fuertemente a las órbitas de las otras, haciéndolas más alargadas e inclinándolas a salir de su plano orbital original.

Al comparar presentes inclinaciones orbitales y las predichas por simulaciones por ordenador, los investigadores pudieron aprender mucho sobre cómo crecieron las órbitas de las lunas de Saturno. Resulta que, para algunos de los satélites más importantes -Tetis, Dione y Rea-, las órbitas se alteran de forma menos drástica de lo que se pensaba. Las relativamente pequeñas inclinaciones orbitales indican que no han cruzado muchas resonancias orbitales, lo que significa que deben haberse formado no muy lejos de donde están ahora.

Las mareas, claves para determinar la edad

Pero ¿cuánto tiempo hace de su nacimiento? Cuk y su equipo utilizaron los resultados de la misión Cassini de la NASA para ayudar a responder a esta pregunta. La nave espacial Cassini ha observado géiseres de hielo en la luna de Saturno Encelado. Suponiendo que la energía para activar estos géiseres viene directamente de las interacciones de marea, y que el nivel de actividad geotérmica en Encelado es más o menos constante, las mareas dentro de Saturno son bastante fuertes.

De acuerdo con el análisis del equipo, estas mareas moverían el satélite por la pequeña cantidad indicada por las simulaciones desde hace sólo unos 100 millones de años. Esta fecha dataría la formación de las grandes lunas de Saturno, con la excepción de Titán y Japeto, más distantes, en el relativamente reciente período cretácico, la era de los dinosaurios.

"Entonces surge la pregunta, ¿que causó el reciente nacimiento de las lunas interiores?", se pregunta Cuk. "Nuestra mejor estimación es que Saturno tenía una colección similar de lunas antes, pero sus órbitas fueron perturbadas por un tipo especial de resonancia orbital que implica el movimiento de Saturno alrededor del Sol. Con el tiempo, las órbitas de las lunas vecinas se cruzaron, y estos objetos colisionaron. A partir de estos escombros, se formó la presente serie de lunas y anillos", informa SETI.

Si este resultado es correcto, los anillos brillantes de Saturno pueden ser más recientes que el apogeo de los dinosaurios, y tenemos la suerte de ser testigos de ellos hoy en día. La investigación se publica en la revista Astrophysical Journal.

miércoles, 23 de marzo de 2016

HORARIO DE SEMANA SANTA MUSEO DE DINOSAURIOS

Os dejamos el horario del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes para esta Semana Santa.

Estos días de Semana Santa, ampliamos el horario del Museo de Dinosaurios para que, tanto las personas que nos visiten estos días, como para los habitantes de la comarca, puedan disfrutar de una de las colecciones de fósiles de dinosaurios más completas de toda España.

HORARIO:

Jueves 24: de 10:30 a 14:30h. y de 17h. a 20h.

Viernes 25: de 10:30 a 14:30h. y de 17h. a 20h.

Sábado 26: de 10:30 a 14:30h. y de 17h. a 20h.

Domingo 27: de 10:30 a 14:30h. Tarde: cerrado.

Lunes 28: cerrado.

Os deseamos unos felices días de Semana Santa.

martes, 22 de marzo de 2016

Los fósiles más pequeños: ¿qué nos dicen los insectos en las rocas de Bariloche?

¿Cuál es el registro más espectacular de insecto fósil? ¿Siempre se encuentran los restos del insecto? La situación en Bariloche.

Por Ari Iglesias (*)

Generalmente al hablar sobre fósiles uno piensa en organismos extintos, gigantes, de cuerpo duro o con grandes huesos. Pero hay muchos fósiles de diminuto tamaño que muchas veces escapan a la vista y aún así se preservan dentro de sedimentos, hoy transformados en roca, por millones de años.

Se suele decir que uno de los insectos más viejos en la tierra son las cucarachas; y que seguramente luego de posibles catástrofes mundiales estos bichos permanecerán viviendo en la Tierra luego que la humanidad ya no exista. Pues bien, hay numeroso registro fósil que así lo indicaría a través de grandes mega-extinciones globales y no solo con las cucarachas.

En argentina existen numerosos yacimientos fósiles conteniendo insectos y si bien el país tiene un alarga trascendencia en el desarrollo y estudio de la paleontología desde el siglo 18, muy pocos paleontólogos se han atrevido a inmiscuirse en el tan diverso mundo de los insectos.

Y… ¿en Bariloche?

En la región de San Carlos de Bariloche existen uno de los yacimientos más excepcionales en cuanto a preservación de insectos fósiles. Si bien estos fósiles tienen apenas 45-54 millones de años, los registros de insectos más antiguos en el mundo tienen 420 millones de años. No obstante los importantes fósiles hallados nos dan numerosos indicios de cómo se comportaban estos pequeños organismos en épocas pasadas, sin la intervención del hombre y en un mundo completamente distinto. Muchos de estos registros son posibles de visitar en la exposición dentro del Museo Paleontológico Bariloche, en la costanera del Lago Nahuel Huapi.

Uno de los primeros insectos estudiados en la zona de Bariloche corresponde a un grupo extinto de hormigas aladas. En 1957 fue publicada por primera vez con el nombre de Ameghinoia y luego renombrada como Archimyrmex smekali (ver foto). Se trata de una hormiga muy grande, de 2 cm de largo, con fuertes mandíbulas y grandes alas, hallada en rocas amarillentas de 54 millones de años del Valle Encantado, a orillas del Río Limay. El grupo de estas hormigas habrían sido mayormente solitarias aunque muy abundantes debido a la frecuencia de sus hallazgos. Muchas de las hojas fósiles que se hallan en las mismos sedimentos muestran la marca de sus poderosas mandíbulas indicando que la relación de hormigas, hojas y los hongos que ellas cultivas es de una larga data en la faz de la Tierra.

¿Cuál es el registro más espectacular de insecto fósil?

Sin duda alguna, uno de los fósiles de insectos más espectaculares de Argentina, corresponde a Megarachne servinei, un gigantesco arácnido de 30 cm de largo, con tres ojos y grandes patas peludas, hallado en rocas de la Provincia de San Luís de 290 millones de años (Periodo Pérmico). Estos fósiles son famosos a nivel internacional y existen réplicas en los mejores museos de ciencia de todo el Mundo. Dos réplicas de materiales originales pueden verse en el Museo Paleontológico Bariloche. Estudios posteriores indicaron que no se trata de una araña sino de un Euriptérido, un grupo de escorpiones emparentados con las arañas. En la región de Bariloche, numerosos fósiles de arañas aguardan ser estudiados por los investigadores en el repositorio del museo.

Hace 50 millones de años, el extremos sur de Tierra del Fuego se encontraba conectado aún con la Península Antártica, lo que generaba que las corrientes marinas y atmosféricas que hoy conocemos no pudieran funcionar del mismo modo. La famosa corriente circumpolar que mantiene fría la Antártida y en ocasiones llega a Patagonia con muy bajas temperaturas, en aquel momento de la historia geológica no existía. De hecho, las corrientes atmosféricas circulaban el aire caliente hacia los polos, con lo que sumado al calentamiento global de la época (más de 10 grados centígrados por arriba del calentamiento actual), lograba mantener climas subtropicales cálidos y húmedos a la altura de Bariloche e inclusive en la Península Antártica. Los insectos de esa época, hoy fosilizados en las rocas de Bariloche, nos hablan de condiciones climáticas muy diferentes a las actuales, mucho más cercanas a las selvas tropicales que a las formas hoy son propiamente patagónicas.

Los grandes cambios climáticos que afectaron luego a el Sur de Argentina y Patagonia, hicieron que estos insectos se adapten a nuevas condiciones, migren hacia climas cálidos en regiones más al norte, o perezcan y se extingan en el Continente Sudamericano.

¿Qué otros fósiles en Bariloche?

Las libélulas, alguaciles o caballitos del diablo, son un grupo de insectos muy sensibles a los cambios climáticos. Viven asociados a cuerpos de agua pero pueden viajar grandes distancias por regiones secas. Se han hallado numerosos fósiles de estos gráciles organismos en la región de Bariloche. Cincuenta millones de años después, aún viven en esta región pero con especies totalmente diferentes. Pocas veces se hallan fósiles de todo el organismo completo, pero sus alas son resistentes y poseen un sistema de venas tan peculiar que le sirve a los investigadores para identificar diferentes especies e inclusive grupos (familias) de libélulas. En la región de Bariloche se han descrito nuevas familias fósiles de alguaciles y no solo se han hallado sus alas, sino también diferentes estadios de sus larvas e inclusive los huevos que ellas ponen sobre las hojas de las plantas. Esto es un caso único en la paleontología de insectos, donde se puede estudiar el desarrollo de un organismo a lo largo de toda su vida, desde el huevo hasta el adulto. Muchas veces al acercarnos a las costas de los lagos y ríos en Bariloche, vemos las cápsulas de las mudas de las larvas de libélulas adheridas a las rocas, pero no las asociamos con el adulto tan conocido. Las larvas fósiles son muy parecidas a las de las actuales.

Las libélulas colocan los huevos dentro de las hojas de las plantas. Pero siempre en hojas que se encuentran sobre el cuerpo de agua. Las pequeñas larvas al salir del huevo se arrojan al agua donde desarrollan todos los otros estadios de larva. De esta forma, cuando observamos una hoja fósil que tiene las marcas de la oviposición de libélulas (muy característicamente en hileras y con heridas en formas elípticas), podemos saber que esa hoja se encontraba directamente arriba de un cuerpo de agua, aunque hoy solo veamos rocas duras.

Hoy existen numerosas "cucarachas" autóctonas en los bosques Andino Patagónicos. Muchas de ellas se encargan de la dura tarea del reciclaje de materiales orgánicos en el bosque. Los Barilochenses sabemos que por suerte, las feas cucarachas del norte no gustan de los climas fríos de esta región y sólo se hallan en aquellas alcantarillas de grandes los edificios con calefacción permanente. El registro fósil de cucarachas comienza hace 400 millones de años, casi conjuntamente con la primer desarrollo de plantas sobre la Tierra. Existen fósiles de este grupo en casi todos los yacimientos de insectos en el mundo, y Bariloche no es la excepción. Pero la mayoría de estos registros son solo de sus alas, por lo que existen varios investigadores que solo se especializan en la catalogación de las alas de estos insectos.

¿Siempre se encuentran los restos del insecto?

Un registro curioso de insectos, son las marcas que dejan producto de la acción de su actividad. En el caso de las hormigas pueden ser reconocidas por las marcas de comidas en las hojas. En el caso de las libélulas, puede reconocerse su presencia por la oviposición de sus huevos sobre hojas ahora fósiles. Pero en la región de Pichileufu, en rocas de 15 millones de años, se han encontrado fósiles de la actividad de escarabajos peloteros. Estos escarabajos seleccionan excrementos de animales, los ruedan con sus patas traseras hasta hacer una pelotita, la cual recubren con barro, la entierran y en ella colocan los huevos. Como proliferaron muchísimo en las pampas húmedas de la Patagonia (antes de la desertificación por el alzamiento de la Cordillera de los Andes), hoy se encuentran grandes extensiones de rocas conteniendo plataformas de bolitas de caca, hoy fosilizadas en formas de "boleadoras" pequeñas. Los geólogos y paleontólogos utilizan estos fósiles para reconocer edades en las rocas, ya que indican condiciones muy diferentes al desarrollo de los suelos propios de la Patagonia actual.

¿Para qué estudiar insectos fósiles?

El estudio de insectos fósiles en Argentina se ha incrementado notablemente gracias a un paleontólogo de insectos (paleoentomólogo) que se halla en el Museo de La Plata (el Dr. Julián Petrulevicius). Gracias a sus estudios comenzaron a conocerse muchos de los fósiles más pequeños que se preservan en las rocas. El hallazgo de nuevos yacimientos fósiles en Patagonia con preservación de partes blandas en forma tridimencional, como el reciente hallazgo en la provincia de Santa Cruz, permite desarrollar nuevos estudios de los que no se creían capaz de hacer con organismos fósiles. La actuo-paleontología, utiliza los organismos actuales para interpretar los pasados, pero muchas veces los organismos del pasado nos explican porqué hoy estos organismos son como son, o porqué se hallan en una región y no en otra. También nos demuestran que los cambios climáticos a través del tiempo realizan grandes migraciones de insectos que antes se creían solo existían en otra región determinada. Hoy vemos y sufrimos enfermedades que "aparecen" en regiones que antes no las padecían, pero muchos de los insectos transmisores se encuentran migrando hacia condiciones que le van siendo más favorables junto con los cambios climáticos.

El calentamiento global totalmente acelerado que estamos sufriendo, se encuentra en vías de acercarse a las condiciones de la Tierra de hace 50 millones de años. Los paleontólogos y geólogos, en ocasiones, podemos discernir como se comporta la flora y la fauna bajo esas nuevas condiciones. Pasarán muchos miles de años para que estas condiciones se reviertan, pero muchos millones de años más para que los insectos (y las cucarachas) se extingan sobre la faz de la Tierra.

(*) Paleontólogo del INBIOMA (CONICET-UNCOMA)

sábado, 19 de marzo de 2016

Las visitas a la exposición Imaginando Dinosaurios se prorrogan hasta el día 15 de abril

La exposición “Imaginando Dinosaurios, los dinosaurios en la ilustración científica y la imaginación popular”, que actualmente puede visitarse en la sala de exposiciones del Complejo Cultural de Fundación Cajacírculo de Plaza de España nº 3, planta sótano, de Burgos, prorrogará su periodo de exhibición hasta el día 15 de Abril. Con esta ampliación de su calendario de visitas se pretende dar cabida al gran número de peticiones que por parte de los colegios de Burgos se han recibido para realizar visitas guiadas, así como dar la posibilidad de contemplar la exposición a todos los burgaleses que todavía no lo han hecho. Su horario de apertura es de lunes a viernes de 12 a 14 horas y de 18 a 21 horas, y permanecerá cerrada los días de Jueves y Viernes Santo.

"Imaginando dinosaurios" es un proyecto conjunto del I.E.S. Diego Porcelos y el Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes, y ha contado con la colaboración de la Fundación de los Dinosaurios de Castilla y León, el Colectivo Arqueológico Paleontológico de Salas de los Infantes, el Ayuntamiento de Burgos y la Fundación Cajacírculo. Su objetivo es acercar el arte de la ilustración paleontológica a todos los visitantes, a través de la exhibición de los fondos históricos que se conservan en el IES Conde Diego Porcelos, y de los materiales, que durante muchos años, han sido recopilados por el Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes.

Científicos descubren una Tyrannosaurus rex embarazada
















(CNN) - A través de años de búsqueda de fósiles del siempre popular Tyrannosaurus rex, encontrar a una hembra preñada ha sido claramente difícil.

Sin embargo, ahora los científicos creen que han encontrado una, lo cual determina que este T. rex en particular que recorría Montana era hembra.

Tradicionalmente, ha sido extraordinariamente difícil determinar el género de un fósil de dinosaurio.

En concreto, los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Museo de Carolina del Norte de Ciencias Naturales encontraron un hueso medular de un fémur T. rex.

Estos huesos se encuentran solo en las aves hembras en el período previo o durante el período que ponen huevos.

Ahora, los científicos creen que pueden encontrar diferencias entre dinosaurios masculinos y femeninos de este tipo de terópodos y aprender más sobre la evolución de la puesta de huevos en los pájaros.

"Es un secreto sucio, pero no sabemos casi nada sobre los rasgos asociados con el sexo de los dinosaurios extintos". Los dinosaurios no eran tímidos para mostrar señales sexuales, todos esos bramidos y silbidos, cuernos, crestas y volantes y aun así simplemente no hemos contado con una forma confiable de diferenciar a los machos de las hembras", dijo Lindsay Zanno, paleontóloga del Museo de Ciencias Naturales, en un comunicado de prensa.

"El simple hecho de identificar a un dinosaurio de forma definitiva como hembra abre todo un nuevo mundo de posibilidades. Ahora que podemos demostrar que las hembras de dinosaurio embarazadas dejan una huella química, necesitamos un esfuerzo conjunto para encontrar más".

Anunciaron el hallazgo de un dinosaurio que vivió hace 66 millones de años

LA DIRECCIÓN DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA PROVINCIA DE NEUQUÉN ANUNCIÓ ESTE JUEVES EL HALLAZGO DE LOS RESTOS FÓSILES DE UN ABELISAURO. LA ESPECIE VIVIÓ EN EL FIN DE LA ETAPA CRETÁCICA Y QUE MEDIA ENTRE CINCO Y SEIS METROS DE LARGO.

La Dirección de Patrimonio Cultural de la provincia de Neuquén anunció este jueves el hallazgo de los restos fósiles de un abelisauro, una especie que vivió hace 66 millones de años, en el fin de la etapa cretácica y que media entre cinco y seis metros de largo.

Al animal se lo llamó "Viavenator exxoni", que significa "el cazador del camino de Exxon", en reconocimiento a la empresa Exxon Mobil, por el apoyo brindado en la preservación y resguardo del patrimonio paleontológico del área conocida como La Invernada, en la localidad neuquina de Rincón de los Sauces.

Desde el gobierno provincial informaron que el hallazgo del ejemplar será presentado en el Museo Argentino Urquiza de esa localidad el lunes a las 11.30, y el acto contará con la presencia de la directora de Patrimonio Cultural de la provincia, arqueóloga Claudia Della Negra; el intendente de la localidad, Marcelo Rucci; y autoridades de Exxon Mobil.

Además, de la presentación participarán los coautores del trabajo científico, entre los que se destacan Leonardo Filippi, Ariel Méndez, Rubén Juárez Valieri y Alberto Garrido.

La excelente preservación y la significativa información que aportó el ejemplar resultaron relevantes para avanzar en el conocimiento de este grupo de terópodos, los abelisaurios, según se consignó desde el Museo Argentino Urquiza.

El Viavenator es el primer ejemplar dado a conocer de una serie que han sido recuperados en la zona de La Invernada y desde el Museo se informó que continúan las tareas de preparación de fósiles que se hallaron en la zona.

Los Abelisauros vivieron a finales del período cretácico en la Patagonia Argentina. Se estima que estos ejemplares alcanzaron una longitud de 7 metros, tenían un peso medio que podía alcanzar los 2.000 Kilogramos y eran exclusivamente carnívoros.

Además se desplazaban erguidos sobre sus extremidades posteriores y poseían enormes garras que utilizaban para acuchillar a sus presas. Sus dientes eran muy afilados, con lo que podían desgarrar fácilmente a los animales que cazaban al tiempo que se movían velozmente gracias a sus poderosas patas traseras.

viernes, 18 de marzo de 2016

Científicos de EE.UU. anuncian descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio (VIDEO)

A la nueva especie, que se parece mucho al T-Rex, pero del tamaño de un caballo o un perro, le fue dado el nombre científico de ‘Timurlengia euotica’. Sus restos fueron encontrados en un campo de fósiles en lo que hoy es Uzbekistán.


Washington, 16 de marzo (Xinhua).- Científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano en Washington, anunciaron el descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio, que vivió alrededor de 90 millones de años atrás al centro del continente asiático, y fue el predecesor del rey de los dinosaurios, el Tyrannosaurus Rex.

A la nueva especie, que se parece mucho al T-Rex, pero del tamaño de un caballo o un perro, le fue dado el nombre científico de ‘Timurlengia euotica’. Sus restos fueron encontrados en un campo de fósiles en lo que hoy es Uzbekistán.

Los exámenes confirmaron que se trata del antepasado directo del T-Rex, lo que indica que el animal tenía un agudo sentido del oído, un cerebro más grande y sentido del olfato, que unos 70 u 80 millones de años después, derivó en la evolución de un gigante de 9 toneladas.

Hans Sues, uno de los científicos del Instituto Smithsoniano, dijo lo siguiente:

“Teníamos una enorme brecha en el registro fósil de alrededor de 20 millones de años entre el primer gran Tyrannosaurus aquí en Norteamérica y en China, y dinosaurios anteriores en China, de unos 100 millones de años. Esto llena una importante brecha. Los primeros dinosaurios eran relativamente pequeños animales, con una excepción. Sin embargo, este animal tiene un cuerpo pequeño, pero un cerebro muy sofisticado”.

El nuevo descubrimiento muestra que pequeños Rex se convirtieron en enormes dinosaurios, mucho antes de lo que se pensaba, en tan solo unos 10 millones de años. Los restos fósiles estarán en exhibición en Washington y serán estudiados para obtener más detalles acerca de la evolución del animal.

El Jurásico duró 5 millones de años más y los dinosaurios vivieron más tiempo

Fotografía cedida de dos fósiles de dinosaurios Khaan mckennai que son similares
parecidos a las aves y se muestran en el Museo Americano de Historia Natural 
en la exhibición "Dinosaurios entre nosotros", que permanecerá abierta al público 
hasta el 2 de enero de 2017./M. Ellison/AMNH (EFE)
Una investigación llevada a cabo en la zona de Vaca Muerta, un rico yacimiento petrolífero de Argentina, ha puesto en evidencia que el periodo Jurásico tuvo una duración geocronológica de cinco millones de años más tomando como base la escala temporal geológica que actualmente se usa.

El límite entre los periodos Jurásico y Cretácico es uno de los menos definidos en la escala temporal geológica y el límite que se usa hoy en día no cuenta con el consenso de la comunidad internacional, según señala la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), que ha dado a conocer el descubrimiento.

Señala al respecto que las evidencias sobre las que se ha establecido su duración se basan en fósiles hallados en lo que fuera el mar de Tethys --un océano de la era Mesozoica que existió entre los continentes de Gondwana y Laurasia, previamente a la aparición del océano Índico--.

Sin embargo, en Vaca Muerta, una formación de Shale situada en las provincias argentinas de Neuquén, Río Negro y Mendoza, que es una formación rica en sedimentos marinos y fósiles que se acumularon entre ambos periodos, se ha evidenciado que dicho periodo duró más tiempo del que se encuentra datado en la actualidad.

Víctor Alberto Ramos, profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires, es el líder de dichos estudios. El geólogo propondrá, junto con su equipo de investigación, que se cambie la extensión del Jurásico ante la Comisión Internacional de Estratigrafía con base en las evidencias que obtuvieron en Vaca Muerta, ubicada en la Cuenca Neuquina --un sitio que además de fósiles, alberga el tercer lugar del mundo en reservas de petróleo de esquisto y gas de lutita--.

"Hemos encontrado numerosos restos de amonitas, algunos bien preservados que nos han permitido correlacionarlas con las amonitas del Tethys, un mar que se desarrolló en el hemisferio norte, el cual abarcó Norteamérica, Europa e Himalayas. Los límites entre el Jurásico-Cretácico fueron establecidos con base en la fauna encontrada en Europa; no obstante, los amonites hallados en Vaca Muerta, así como numerosos nanofósiles calcáreos o nanoplancton confirman nuestra propuesta", dijo Ramos.

Los circones, amonitas y nanoplancton extraídos de Vaca Muerta fueron analizados principalmente por la técnica de datación radiométrica del uranio-plomo (U-Pb), un proceso conocido como decaimiento radiactivo que consiste en desintegrar los núcleos de los átomos de los materiales estudiados.

Al desintegrarse, los elementos se transforman en otros, liberando energía en el proceso. La edad de los minerales y las rocas se calcula estimando la porción de elementos radiactivos (llamados elementos padres o primarios) y las sustancias derivadas (denominados elementos hijos o radiogénicos).

Al respecto, el investigador adscrito al Laboratorio de Tectónica Andina del Instituto de Estudios Andinos 'Don Pablo Groeber' explicó que "los fósiles estaban intercalados con cenizas volcánicas" que fueron datadas isotópicamente mediante sus relaciones U-Pb en circones.

Los análisis se hicieron primero en el Laboratorio Geocronológico de la Universidad de Brasilia, y se realizaron dataciones complementarias sobre los mismos minerales en Australia. Finalmente, para definir con máxima precisión las edades, los análisis se volvieron a repetir en Ginebra, Suiza. "Los tres laboratorios confirmaron que el límite tenía una diferencia de cinco millones de años", expuso el experto. CINCO MILLONES DE AÑOS MÁS DE VIDA PARA LOS DINOSAURIOS.

Una de las implicaciones de este descubrimiento es que los dinosaurios tuvieron cinco millones de años más de vida, según el ganador del Premio México de Ciencia y Tecnología 2013, lo que hace necesario establecer un límite acorde con las nuevas evidencias del Jurásico y Cretácico.

En su propuesta, el periodo Jurásico comenzó hace 201 millones de años y acabó hace 140 y no hace 145 millones de años como se sigue datando. En cambio, el periodo Cretácico comenzó hace 140 millones de años y concluyó hace 65 millones.

El geólogo comentó en una conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de México que "hay una resistencia feroz a aceptar cualquier cambio ya que la estratigrafía y la geología nacieron en el hemisferio norte no porque no se produzca conocimiento en el hemisferio sur".

"El criterio para fijar esa edad en el año 2002 fue con base en datos paleomagnéticos de comunidades fosilíferas, compuestas por invertebrados, encontradas en el mar de Tethys en Europa que coincidían con esa anomalía. Se decía que había una precisa asociación de nanoplancton, los nanofósiles en los que está basado el límite Jurásico-Cretácico de acuerdo con la Comisión Internacional de Ciencia Geológicas", dijo.

Sin embargo, Ramos y su equipo, además de analizar las amonitas, el nanoplancton y los circones, realizaron un estudio de cicloestratigrafía en el sitio, que es el estudio estrato por estrato del suelo para conocer la duración de cada uno de los periodos geológicos.

Midió la velocidad de formación de fondos oceánicos de una manera diferente a la norma utilizada internacionalmente y la cual establece una velocidad constante de formación de fondo oceánico, lo cual implica aceptar que durante el Jurásico superior al Cretácico inferior, la creación de corteza oceánica ha tenido una velocidad constante, lo cual no es cierto, apuntó.

"Es una aproximación muy simplista al problema porque hay momentos de alta velocidad, de baja velocidad, está variando continuamente y eso se observa en los estratos; asumir que durante varios millones de años la velocidad es constante es solo una aproximación al problema", comentó el investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina.

La propuesta del doctor Víctor Alberto Ramos y su equipo fue publicada en 2014 en una revista arbitrada pero no ha sido aceptada aún por la comunidad. Su propuesta será uno de los temas que se discutirán en agosto de este año en el XXXV Congreso Geológico Internacional en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

jueves, 17 de marzo de 2016

Reptiles gigantes: las últimas especies de dinosaurios descubiertas en el mundo















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Brontomerus Mcintoshi Descubierto en 2011 en Estados Unidos, este saurópodo vivió durante el periodo Cretácico, hace unos 110 millones de años. Se calcula que medía catorce metros de largo y pesaba una seis toneladas, destacando sus potentes extremidades, con las que se defendía de los enemigos



Hace escasos días, varios arqueólogos descubrían enUzbekistán una nueva especie de dinosaurio, un mini Tyrannosaurus Rex que hacía reevaluar el origen de esta gran especie. Uno de los grandes depredadores del mundo animal habría tenido un antepasado de menor tamaño, casi como un caballo, que sirve para entender mejor la manera en que se desarrolló el famoso T-Rex. ¿Quieres saber cuáles son las últimas especies de dinosaurios descubiertas? Éstos son algunos de los hallazgos más recientes.

eldonfidencial.com

Resuelto el misterio del origen del 'Monstruo Tully'

-UNO DE LOS GRANDES ENIGMAS FÓSILES-


Foto: SEAN MCMAHON / YALE UNIVERSITY)
















EUROPAPRESS

El monstruo Tully, una extinta criatura del mar extrañamente configurada es parte del mismo linaje que la lamprea moderna, según una nueva investigación. 
  
Este organismo presentaba dientes al final de una estrecha extensión en forma de trompa en su cabeza, y ojos ubicados a cada lado de una barra larga rígida, es parte del mismo linaje que la lamprea moderna, según una nueva investigación.

Un equipo dirigido por paleontólogos de la Universidad deYale, en Estados Unidos, ha determinado que este animal de 300 millones de años de edad, de tan sólo un pie de largo (unos 30,5 centímetros), era un vertebrado, con agallas y una varilla reforzada (o notocorda) que sustentaba su cuerpo.

"Estaba intrigada por el misterio del monstruo Tully. Con todos los fósiles excepcionales, teníamos una imagen muy clara de cómo era, pero no de qué era", explica Victoria McCoy, autora principal del trabajo, publicado en la revista 'Nature', y que realizó su investigación como estudiante graduada de Yale y ahora está en la Universidad de Leicester, en Reino Unido.

Durante décadas, el monstruo Tully ha sido uno de los grandes enigmas fósiles. Fue descubierto en 1958, descrito por primera vez científicamente en 1966, pero nunca ha sido identificado definitivamente, incluso al nivel de filo, es decir, asignado a uno de los principales grupos de animales. Oficialmente conocido como 'Tullimonstrum gregarium', lleva el nombre de Francis Tully, el cazador de fósiles aficionado que llegó hasta él en los pozos mineros de carbón en el noreste de Illinois, Estados Unidos.

Finalmente, se hallaron miles de monstruos Tully en el lugar, incrustados en concreciones --masas de roca dura-- que se formaron alrededor de los monstruos Tully fosilizados. Tully donó muchos de sus ejemplares al Museo Field de Historia Natural, que colaboraron en el estudio de 'Nature' junto con el Laboratorio Nacional de Argonne y el Museo Americano de Historia Natural.

"Básicamente, nadie sabía lo que era", recuerda Derek Briggs, profesor de Geología y Geofísica en Yale, conservador de paleontología de invertebrados en el Museo Peabody de Historia Natural de Yale y coautor del estudio. "Los fósiles no son fáciles de interpretar y varían un poco. Decidimos aplicar cada técnica analítica posible en esta especie", añade.

Usando una colección de 2.000 ejemplares del monstruo Tully, el equipo analizó la morfología y la preservación de las diversas características del animal. También se aplicaron potentes nuevas técnicas de análisis para determinar los rasgos físicos de este animal.

Los investigadores concluyeron que el monstruo Tully tenía agallas y una notocorda, que funcionaba como una médula espinal rudimentaria. "Es tan diferente de sus parientes modernos que no sabemos mucho acerca de la forma en que vivió --apunta McCoy--. Tenía los ojos grandes y un montón de dientes, así que probablemente era un depredador".

Sin embargo, algunas preguntas clave sobre monstruos Tully siguen sin respuesta. Nadie sabe cuándo apareció el animal por primera vez en la Tierra o cuando se extinguió. Su existencia en el registro fósil se limita a la explotación minera de Illinois, que data de hace 300 millones de años. "Sólo tenemos esta pequeña ventana", afirma Briggs.

miércoles, 16 de marzo de 2016

AFILADOS Y CON MUCHA INFORMACIÓN

El pasado domingo día 13 de marzo un equipo de TVCyL 8 estuvo en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes haciéndose eco de la noticia del estudio que, están llevando conjuntamente, la Universidad de Zaragoza y el Museo de Dinosaurios sobre dientes fósiles de dinosaurios de la colección del museo burgalés. Noticia y entrevista al Director del Museo de Dinosaurios a partir del minuto 15:58 del siguiente vídeo.

1st International Meeting of Early-stage Researchers in Palaeontology

XIV Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología



Tercera circular del XIV Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología que, tendrá lugar en Alpuente (Valencia), los días 13 al 16 de abril de 2016.

Tercera circular: pinche aquí.

Extraña ave australiana es considerada "dinosaurio viviente"

En YouTube un video muestra al casuario, a quien citan como ejemplo sobre las similitudes entre las aves y los dinosaurios

Los casuarios son morfológicamente parecidos a un grupo de los extintos terópodos. (YouTube)















Brave Wilderness es un canal de YouTube dedicado a vida salvaje y muestra los encuentros de su presentador, Coyote Peterson, con numerosos animales exóticos.

En esta ocasión compartieron un video mostrando a un extraño animal llamado casuario, que es la segunda ave más grande del mundo después del avestruz. Este animal proviene de Nueva Guinea y el norte de Australia y presenta una morfología bastante peculiar. Es justamente este último aspecto el que más llama la atención del presentador, pues su aspecto resulta bastante similar al de un dinosaurio bípedo. Muchos califican a esta ave como “dinosaurio viviente”.

El perfil del animal y su enorme cresta fibrosa son uno de los aspectos que evocan de forma más evidente el aspecto de un dinosaurio. Ryan Prentice, el especialista que aparece en el video de YouTube, explica que la extraña cresta del casuario es hueca y muy similar a un pico en cuanto a su densidad. El ave la usa para remover las ramas y maleza que encuentra en su hábitat natural.


La idea de considerar a los casuarios como dinosaurios no es demasiado descabellada si se tiene en cuenta que en la actualidad la gran mayoría de paleontólogos considera a las aves como descendientes de un grupo de dinosaurios de la familia de los terópodos. Los registros fósiles y las investigaciones genéticas han dado peso a esta postura.

Con esto en consideración puede que la percepción del lector cambie y comience a ver un “dinosaurio” en cada ave que encuentre y no solamente cuando se tope con la imagen de un casuario. El video fue subido a YouTube el 8 de marzo y ha sido reproducido 553 mil veces.

Hallan en Gorgonilla fragmentos de meteorito que extinguió a los dinosaurios


En la isla, ubicada a 35 kilómetros de la costa del Pacífico colombiano, geólogos de la Universidad Nacional encontraron los primeros registros reportados en Suramérica del meteorito de Chicxulub, que acabó con tres cuartas partes de la superficie terrestre y marcó una nueva era geológica. 
EXCLUSIVO PARA DIARIO DEL HUILA.
UN PERIÓDICO

Han transcurrido 66 millones de años, desde que aquel meteorito de diez kilómetros de diámetro se dirigió a la Tierra a una velocidad de 30.000 km por hora. Al impactar con la superficie del planeta originó un cráter de 200 kilómetros de diámetro, el Chicxulub, en la península de Yucatán, al sur de México. El choque causó megatsunamis, algunos con olas de hasta cien metros de altura y una severa catástrofe ambiental, que produjo la extinción masiva de especies y el fin de la era de los dinosaurios.

El meteorito, del tamaño del monte Everest, cavó ocho kilómetros dentro de la corteza terrestre, la roca se evaporizó, se fundió, gran parte salió disparada de la atmósfera y luego cayó de nuevo a la Tierra en forma de esferas minúsculas.

Aunque se han encontrado rastros de estas partículas en todo México y el sur de Estados Unidos, 66 millones de años después, se registraron fragmentos en Suramérica y el Pacífico Oriental, en la isla de Gorgonilla. El principal artífice de este hallazgo es Hermann Darío Bermúdez, aspirante a doctor del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia. Las partículas halladas son de dos milímetros, tienen forma de una gota, al verlas con microscopio parecen canicas miniatura y, lo más sorprendente para los investigadores, se preservan los materiales originales.

“Estas esferulitas estaban originalmente formadas de vidrio, pero en la mayoría de sitios donde han aparecido, los minerales se han transformado y convertido en arcilla, por ello no quedó rastro del material original del impacto. En Colombia, en cambio, conservan la forma y composición inicial, están perfectamente preservadas y el 90% todavía contienen vidrio”, anotó el investigador.

Se sabe que el meteorito cayó en forma diagonal y chocó de sur a norte, por ello han encontrado depósitos de los restos muy cerca del norte de América, pero nunca hacia la parte sur del continente. El estudio de estas pequeñas esferas permitirá conocer cómo era el comportamiento geológico de la región de Suramérica, ubicada en la parte baja de Chicxulub, el punto de la colisión. La energía del impacto fue 10.000 veces todo el arsenal atómico del mundo que estalla en un solo punto. Las investigaciones adelantadas demuestran que dio lugar a un terremoto de magnitud 13; sin duda, uno de los más fuertes que existió en la historia.

Según el geólogo Bermúdez, para la época del impacto se cree que Gorgonilla estaba a más de 3000 kilómetros de distancia del epicentro. Así que, el terremoto provocó que todas las capas tectónicas se mezclaran de una forma tan fuerte que el registro geológico quedó alterado. “En las investigaciones se afirma que el piso se movió cerca al punto de impacto más de 10 metros en la vertical; por ello, en Gorgonilla se ven las capas deformadas debido al terremoto. Si hasta allí se sintió, significa que la tierra tembló como nunca antes se había registrado”, agrega.

Las partículas halladas (esferulitas) son de dos milímetros, tienen forma de una gota, al verlas 
con microscopio parecen canicas miniatura y se preservan los materiales originales.

Descubrimiento mundial

El hallazgo de estas partículas surgió de la curiosidad del geólogo por encontrar rastros de este meteorito en Colombia.

Desde 2004, cuando estudiaba en la Universidad Autónoma de México, revisó toda la literatura publicada sobre el tema y vio varias muestras de las esferulitas encontradas por todo el territorio mexicano. En el 2010, su colega Jenny García, geóloga de la Universidad de Caldas, le comentó que varios estudiantes visitaron la Isla de Gorgonilla y captaron pequeñas muestras de un material desconocido. Hermann D. Bermúdez intuyó que estas eran las primeras pistas de un descubrimiento que podía cambiar la historia de la formación de la Tierra conocida hasta el momento. De manera que conformó un equipo para iniciar la investigación. Para ello solicitaron los permisos respectivos en Parques Naturales, proceso que tardó nueve meses en ser aceptado debido a que la isla casi siempre es visitada por biólogos, las autoridades no entendían lo que los geólogos estaban buscando.

“Tuvimos que contar varias veces cuál era el trabajo que íbamos a desarrollar. Explicamos que las muestras se sacarían con un martillo, pero nos dijeron que eso podría espantar a las aves y afectar los nidos. Al final aceptaron porque nuestras observaciones serían en la zona donde pegan las olas, no en la parte boscosa”, explica el aspirante a doctor.

En junio de 2014 viajó un equipo conformado por siete expertos, entre ellos cuatro geólogos de la Universidad Nacional de Colombia: José Vicente Rodríguez, Victoria Corredor, Alejandro Numpaque y Hermann Bermúdez. Durante la búsqueda de los restos, debido a las características de la isla hubo varias complicaciones, particularmente en Gorgonilla donde las olas pueden alcanzar los siete metros de altura y solo se puede entrar al terreno cuando la marea está baja. “Las olas de pocos metros están únicamente durante dos horas al día. Llegamos rápido al sitio, el tiempo para trabajar era escaso antes de que el agua cubriera las rocas de nuevo. Teníamos que encontrar una capa de dos centímetros en un afloramiento que está formado por cientos de metros”, cuenta el investigador.

Junto con su esposa y colega, Liliana Bolívar, trepaban las rocas para examinar cada capa con una lupa hasta reconocer las esferulitas. Los demás participantes se encargaron de realizar los dibujos de registro, tomar fotos y obtener más muestras. Sin embargo, se necesitaba tener una mayor certeza sobre las esferulitas ubicadas en la isla, las cuales debían pertenecer a esa época. Una afirmación que podía ponerse en duda, porque, según datos históricos, se pensaba que Gorgonilla era una isla joven, para los geólogos, con tan solo 40 millones de años de antigüedad. Para ello, se contó con la ayuda de Gerta Keller, profesora de la Universidad de Princeton, una de las geólogas más famosas del mundo con gran conocimiento en el impacto del meteorito de Chicxulub.

“Ella me contactó, estaba interesada por participar en la investigación, le envié fotos y pequeñas muestras hasta Nueva Jersey para que las analizara con equipos de alta tecnología. Una semana después nos confirmó que la edad del depósito encontrado databa de hace 66 millones de años, justo en el límite del final del periodo cretácico y el inicio del paleógeno”, señala. Con esta certeza, se sabe que para aquella época la isla de Gorgonilla estaba sumergida a miles de metros bajo la superficie del mar. Las pequeñas gotas, residuos del meteorito que cayeron de la atmósfera, descendieron lentamente hasta el fondo y formaron una capa. Al cabo de millones de años, como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas, Gorgonilla emergió y el depósito quedó en la superficie. De esta manera, es probable que la preservación del material se deba a que estuvo sumergido durante millones de años.

Empujón a la ciencia en Colombia

Los resultados de la investigación siguen planteando nuevas hipótesis, por un lado se sabe que Gorgonilla es mucho más vieja de lo que se pensaba. Además, encontrar estas esferulitas supone que para entonces la isla estaba más cerca a la parte norte de Suramérica. “Según los datos registrados en el momento del impacto del meteorito, Gorgonilla estaba a 7000 kilómetros de Chicxulub, pero a esa distancia no debieron caer estos restos. El tamaño y su preservación indican que la isla estaba mucho más cerca, no más de 3000 kilómetros. Todo esto cambia el escenario de cómo era el extremo superior del sur del continente”, puntualizó.

Debido a la importancia del hallazgo, la investigación también recibió apoyo de Thierry Adatte, profesor de la Universidad de Lausana (Suiza); Francisco Vega, de la UNAM; y Wolfgang Stinnesbeck, docente de la Universidad de Heidelberg (Alemania).

“Personas de todo el mundo participaron en el estudio porque son investigaciones que requieren análisis especializados. Gracias a esto logré hacer una ponencia del hallazgo en un congreso de Estados Unidos, en Baltimore, donde todo lo encontrado fue muy bien recibido”, expresa el científico Bermúdez. Para el geólogo, esta espera y esfuerzo valieron la pena, porque el hallazgo también es un empujón a la ciencia en Colombia.

Las muestras están siendo estudiadas en Alemania, Nueva Jersey, Nuevo México e incluso Arizona, para reconstruir el fin de la anterior era geológica. Sumado a esto, el doctorando ahora hace parte del comité científico del Parque Nacional Gorgona, que busca que la geología sea considerada en los planes de desarrollo de la reserva natural.

“También estamos trabajando para que la Unesco declare a Gorgonilla como Patrimonio de la Humanidad. Colombia debe apreciar el valor y la historia de las rocas porque la riqueza geológica del país es enorme y las investigaciones lo siguen demostrando”, concluyó.