viernes, 28 de febrero de 2014

Hallan el dinosaurio más grande y más austral descubierto en Chile



Tenía cerca de 20 metros de largo y se paseó por lo que hoy es cerro Guido, cerca de Torres del Paine, en la Región de Magallanes, hace unos 76 millones de años. Es  todo  lo  que  se sabe, hasta ahora, de un saurópodo -dinosaurio de cuello largo-, cuyos fósiles fueron encontrados en el lugar, y que corresponderían a la especie más grande encontrada en el país y del dinosaurio más austral hallado en el continente.
Ese es uno de los descubrimientos de la última expedición (realizada en febrero) al sitio -el mayor yacimiento paleontológico del país-, liderada por el paleobotánico Marcelo Leppe, del Instituto Antártico Chileno (Inach). 
“Encontramos un fémur de más de 1.70 m. Es un animal que no se había encontrado en estas latitudes. Probablemente es el saurópodo más grande de Chile”, indica el experto.
El verano del año pasado, el equipo liderado por Leppe -en el que también participa la U. de Heidelberg (Alemania), el Museo de Historia Natural de Karlsruhe (Alemania) la U. de Chile, el Consejo Nacional de Monumentos y el Museo Nacional de Historia Natural- descubrió restos de un hadrosaurio, un dinosaurio bípedo y poco estudiado, de hace unos 66 millones de años. Junto al saurópodo recientemente descubierto, se convirtieron en los dinosaurios más australes del continente. 
Los restos del saurópodo, entre los que se encontraron vértebras, falanges y partes del húmero, además del fémur, están a unos cinco kilómetros hacia el sur de donde se encontraron los fósiles del hadrosaurio y en un estrato más profundo, que habla que tenía una antigüedad mayor. 
Por ahora, los fósiles sólo fueron medidos y estudiados en el lugar, pues en una próxima expedición serán desenterrados totalmente y trasladados para su análisis más detallado.
Alexander Vargas, director de la Red de Paleontología de la U. de Chile, explica que como no existe un estudio aún, lo que se diga sobre el tamaño del animal es especulativo, es necesario saber qué tipo de saurópodo es para tener certeza. 
Pero explica que por el tamaño del fémur, “sería el más grande que se haya sacado en Chile”. 
Años atrás se había descubierto uno similar en el Monumento Natural Pichasca, Región de Coquimbo, el que sin embargo sería algo más pequeño. 
MAS HADROSAURIOS
"Comprobamos que el yacimiento es un bonebed o cama de huesos (lugar donde existen fósiles de muchas especies y ejemplares), donde hay hadrosaurios de distintos tamaños. Lo más probable es que haya sido una manada", dice David Rubilar, jefe de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN).
La nueva excavación permitió obtener, además de los restos del saurópodo, una mandíbula, varios restos de pierna y escápula de un hadrosaurio, que se suman a los fósiles de esta especie descubiertos en la primera expedición realizada en 2013.
Los huesos encontrados hablan de que la especie que habitó el sur de Chile era más pequeña que lo que se ha encontrado en otras partes del continente. “Los huesos más grandes encontrados en Chile serían chicos para un hadrosaurio normal, de cuatro metros de largo y con la cadera a 1.70 de altura. Es interesante, porque en Sudamérica no hay hadrosaurios chicos y puede ser una especie nueva”, asegura Vargas.
El análisis posterior -que los especialistas esperan convertir en un estudio para publicar este mismo año- permitirá saber si la especie es cercana a las formas de Norteamérica o Euro-Asia, para ayudar a dar respuesta al enigma de cómo llegaron al continente. 
Cualquier hallazgo en torno a la especie es importante. “Son dos hipótesis desafiantes, porque no se conocen conexiones terrestres bien documentadas, pero están ahí y llegaron de alguna forma”, dice.
¿Por qué murieron ahí? No es posible saberlo con certeza, pero Vargas conjetura que fue por un incendio forestal. “Es posible que hayan quedado atrapados por el fuego durante el incendio y hayan muerto juntos”, explica. 
FUTURO DEL LUGAR
“Este es el mejor sitio de dinosaurios de Chile. Remueves un hueso y aparece otro. Es una acumulación muy grande, la roca es fácil de excavar y aunque los huesos son frágiles, son fáciles de estudiar”, indica Vargas sobre las características del lugar donde se han realizado estos hallazgos.
Por ello, pretenden que el sitio en el futuro se transforme en un lugar con foco educativo o para el turismo de intereses especiales, que la gente pueda ver in situ cómo los paleontólogos trabajan para desenterrar y estudiar dinosaurios.
“En Chile hay pocas iniciativas de esta naturaleza. Queremos presentar una propuesta para que esto se convierta en una oportunidad para la gente de la región”, dice Leppe.


jueves, 27 de febrero de 2014

Identificados nuevos fósiles de grandes dinosaurios carnívoros en la provincia de Teruel


Se trata de un rastro con grandes huellas tridáctilas que casi alcanzan los 60 centímetros de longitud y de un gran diente procedentes de El Castellar y de Formiche Alto, en la provincia de Teruel, respectivamente. Ambos hallazgos se enmarcan en sedimentos de la Formación Villar del Arzobispo, (Titoniense-Berriasiense, tránsito Jurásico-Cretácico), con unos 145 millones de años de antigüedad. Las huellas tridáctilas localizadas en el yacimiento El Castellar poseen características únicas en comparación con otras producidas por grandes terópodos en cualquier parte del mundo. Por este motivo, en el estudio científico se define un nuevo tipo de huellas: Iberosauripus grandis —"pie del lagarto ibérico grande—, según ha informado el Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Además, los investigadores dividen las huellas de grandes terópodos del Jurásico Superior de Europa, Norteamérica y Asia en dos grupos distintos, cuyos productores fueron probablemente terópodos alosáuridos y megalosáuridos. Por otro lado, el nuevo diente procedente de Formiche Alto se atribuye a un dinosaurio terópodo megalosáurido, como otros tres grandes dientes de Riodeva y Galve (Teruel) y de Alpuente (Valencia). Estos dinosaurios pudieron llegar a alcanzar los 12 metros de longitud y poseían dientes de hasta 10 centímetros de corona. Gracias al análisis de dichos rastros de icnitas y dientes, los investigadores han concluido que las faunas de dinosaurios del tránsito Jurásico-Cretácico en esta parte de España incluyen, al menos, dos tipos de dinosaurios mega-carnívoros de gran tamaño. Asimismo, la presión depredadora de estos terópodos pudo ser una de las causas decisivas para estimular el crecimiento hasta tamaños gigantescos de algunos dinosaurios comedores de plantas. Es el caso del saurópodo Turiasaurus Riodevensis, conocido como 'El Gigante Europeo', que alcanzó 30 metros de longitud y que también fue encontrado en la provincia de Teruel, concretamente en Riodeva. El resultado de la investigación sobre estos fósiles se ha publicado en la revista científica 'Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology' y responde al trabajo realizado por un equipo de paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad de Colorado Denver. El castellar Este yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural (Conjunto de Interés Cultural-Zona Paleontológica) por el Gobierno de Aragón en el año 2004, promoviendo su investigación y conservación. Con la definición del Iberosauripus grandis —"pie del lagarto ibérico grande"— el yacimiento El Castellar se convierte en un referente de la icnología europea, ya que en él se han definido hasta el momento dos nuevos tipos de huellas de dinosaurios. A las mencionadas huellas de carnívoros se suman las de Deltapodus ibericus —"pie triangular de Iberia"—. Estas pisadas fueron producidas por estegosaurios; dinosaurios cuadrúpedos y comedores de plantas que estaban caracterizados por poseer dos filas de placas y/o espinas desde el cuello hasta el final de la cola. Estas huellas también fueron definidas por científicos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en esta misma revista científica en el año 2010, convirtiendo a El Castellar en uno de los escasos yacimientos del mundo en el que se han identificado huellas de estegosaurios.
http://www.20minutos.es/noticia/2069441/0/

miércoles, 26 de febrero de 2014

Archaeopteryx no fue el primer pájaro sobre la Tierra


   

Científicos de la Universidad de Bristol investigaron las tasas de evolución de las dos características principales que precedieron al vuelo: el tamaño del cuerpo y la longitud de la extremidad anterior. Para volar, los descomunales dinosaurios carnívoros tuvieron que reducirse de tamaño y hacer crecer sus extremidades para mantener sus alas emplumadas.
   "Nos quedamos muy sorprendidos al descubrir que los cambios de tamaño claves ocurrieron al mismo tiempo, en el origen de Paraves (la rama de los dinosaurios que desembocó en las aves)", dijo Mark Puttick, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de La Universidad de Bristol. "Esto fue por lo menos 20 millones de años antes del primer pájaro, el famoso Archaeopteryx, y muestra que el vuelo de las aves llegó a través de varios pasos evolutivos", explicó.
   Ser pequeño y ligero es importante para un pájaro, y ahora parece que todo un grupo de decenas de pequeños dinosaurios eran ligeros y tenía alas de un tipo u otro. La mayoría eran planeadores o paracaidistas, extendiendo sus alas de plumas, pero sin aletearlas.
   "De todas estas aletas y planeadores, sólo los pájaros parecen haber sido capaces de conseguir el vuelo con motor" dijo el coautor Mike Benton, profesor de Paleontología de Vertebrados en Bristol. "Pero no habría elegido Archaeopteryx como el fundador de un grupo nuevo".
   El estudio aplicó nuevos métodos numéricos que permiten calcular la tasa de evolución de las características diferentes a través de un árbol de la evolución general, e identificar donde se produjeron las explosiones de rápida evolución .
   "Hasta ahora sólo se podía haber adivinado más o menos donde se produjeron las principales transiciones evolutivas ", dijo el doctor Gavin Thomas, de la Universidad de Sheffield, "pero los nuevos métodos identifican los cambios de tamaño. El tamaño pequeño de las aves y sus largas alas se originó mucho antes de que las mismas aves lo hicieran".
   Las aves deben su éxito a su vuelo, alas y plumas. Hasta la década de 1990, cuando se descubrieron los primeros dinosaurios emplumados en China, se pensaba que las aves que se originaron con rapidez , marcando una importante transición de los dinosaurios. Ahora , sabemos que Archaeopteryx sólo uno de un gran número de pequeños dinosaurios voladores.
   "El origen de las aves solía ser vista como una transición rápida", dijo Mark Puttick, "pero ahora sabemos que las características fundamentales que asociamos con ellos surgieron mucho antes".

jueves, 20 de febrero de 2014

Presentan el primer fósil de dinosaurio hallado en Malasia



Bangkok, 19 feb (EFE).- Científicos japoneses y malasios presentaron hoy el primer fósil de dinosaurio hallado en Malasia perteneciente a un Spinosaurus, un carnívoro con cabeza similar a un cocodrilo que se alimentaba de peces.El fósil era un diente del ejemplar que, según los paleontólogos, vivió al final de la era mesozoica, hace entre 65 millones y 145 millones de años, en el estado de Pahang, en la región central del país donde fue encontrado, informan medios locales.Los científicos, liderados por el profesor japonés Masatoshi Sone, pertenecen a las universidades japonesas de Kumamoto y Waseda y a la Universidad de Malaya y comenzaron las excavaciones en septiembre de 2012.El oscurecido fósil, de 23 milímetros de largo y 10 milímetros de ancho, tiene la superficie serrada propia de los dientes de los dinosaurios carnívoros.El Spinosaurido , de cráneo alargado y con una característica espina dorsal de más de un metro que sobresalía a lo largo de toda su espalda, está considerado uno de los mayores carnívoros de hasta 18 metros de longitud.Hasta que en 2011 se encontró el fósil de una vértebra de esta especie en Australia, se creía que sólo había habitado en el hemisferio norte.

martes, 18 de febrero de 2014

Nueva tesis doctoral

Foto: Lusodinos
El viernes 14 de febrero se celebró la defensa de la tesis doctoral de Emanuel Tschopp, dirigida por el Dr. Octavio Mateus, en la Universidade Nova de Lisboa (Portugal). El Museo de Dinosaurios participó en este evento mediante la inclusión de Fidel Torcida como miembro del tribunal que evaluó el trabajo de investigación de Tschopp. La invitación que se realizó al Director del Museo salense se basó en la importancia del trabajo realizado en torno a Demandasaurus, un rebaquisáurido emparentado con los especímenes estudiados por Tschopp dentro del clado Diplodocidea.
Resumen:

 Os Diplodocidae estão entre os dinossauros saurópodes mais conhecidos. Várias espécies foram descritas no final do século XIX ou início de XX. Desde então, numerosos outros  espécimes foram recuperados nos EUA, Tanzânia, Portugal, bem como, possivelmente de Espanha, Inglaterra e Ásia. Até à data, o clado inclui 12 a 15 espécies diferentes, algumas delas com estatuto taxonómico questionável como, por exemplo, 'Diplodocus' hayi ouDyslocosaurus polyonychius.
No entanto, as relações intragenéricas de géneros multi-específicos e icónicos como Apatosaurus e Diplodocus ainda são pouco conhecidos. A maneira de resolver este desafio é uma análise filogenética baseada em espécimes, o que foi feito para Apatosaurus, mas aqui é realizada pela primeira vez para todo o clado Diplodocidae. Novo material de diferentes localidades e níveis estratigráficos (em Howe Ranch, Shell, Wyoming, EUA) aumenta o conhecimento sobre a evolução dos Diplodocidae. Três novos espécimes são aqui descritos, aumentando consideravelmente o nosso conhecimento da anatomia do grupo.Os novos espécimes (SMA 0004, SMA 0011 e SMA 0087) representam duas, possivelmente três novas espécies de diplodocídeos, e compreendem material ósseo de todas as partes do esqueleto, incluindo dois crânios quase completos, bem como membros anteriores e posteriores bastante completos, o que é geralmente raro em diplodocídeos. Desta forma, os espécimes permitem um aumento considerável da sobreposição anatómica entre holótipos que amiúde são incompletos, o que permite obter resultados significativos nesta análise filogenética com base em espécimes. Além disso, são identificados os ossos clavícula e interclavícula, sendo este último aqui reportado pela primeira vez em dinossauros. A sua presença parece restrita aos primeiros saurópodes, Flagellicaudata e Macronaria basais, e pode por isso ser um caso de retenção de plesiomorfia, com a perda destes ossos como sinapomorfia dos Titanosauriformes e possivelmente Rebbachisauridae. Os novos espécimes permitem testar anteriores hipóteses filogenéticas dos diplodocídeos. Com esse objectivo, todos os espécimes-tipo previamente propostos como diplodocídeos foram incluído no estudo, assim como outros espécimes relativamente completos de forma a aumentar a sobreposição anatómica entre eles. Espécimes ulteriormente sugeridos como saurópodes não-diplodocídeos, foram incluídos como grupos externos. A análise filogenética resultante inclui, assim, 76 unidades taxonómicas operacionais, 45 das quais pertencem a Diplodocidae.Cada espécime foi codificado para 477 caracteres morfológicos, o que representa uma das mais extensas análises filogenéticas de dinossauros saurópodes. O cladograma resultante recupera o arranjo clássico das relações filogenéticas dos diplodocídeos. Foi realizada uma abordagem numérica para reduzir a subjetividade na decisão de separação específica ou genérica, para as espécies que historicamente têm sido incluídas em géneros conhecidos, como Apatosaurus ou Diplodocus, tendo algumas resultado serem genericamente diferente. Desse modo, o famoso género Brontosaurus é ressuscitado, e as evidências sugerem, ainda que também Elosaurus parvus (anteriormente designados Apatosaurus) ou 'Diplodocus' hayi representam géneros únicos. O estudo aumenta o conhecimento sobre a variação individual, e ajuda a decidir como classificar géneros multi-específicos. Este tipo de análise filogenética baseada em espécimes provou ser uma ferramenta valiosa para validar espécies históricas em saurópodes, e na paleontologia como um todo.
Palavras-chave: Dinossauros saurópodes, Diplodocidae , filogenia baseada em espécimes, Formação Morrison, Howe Quarry, Kaatedocus, espécie, taxonomia.

http://lusodinos.blogspot.com.es/2014/02/novo-doutorado-sobre-dinossauros.html

jueves, 13 de febrero de 2014

La fisiología determina el color de los dinosaurios



Una nueva investigación, publicada este jueves en la revista 'Nature', revisa las normas que permiten a los científicos descifrar el color de los dinosaurios y puede proporcionar una herramienta para entender cómo se produjo la aparición de la capacidad de volar y los cambios en la fisiología de los dinosaurios.




   En un estudio comparando el pelo, la piel, la pelusa y las plumas de vertebrados terrestres vivos y muestras fósiles, un equipo de investigación de las universidades estadounidenses de Texas y Akron, la Universidad China de Geociencias y otras cuatro instituciones chinas encontró evidencia de cambios evolutivos en las reglas que rigen la relación entre el color y la forma de los orgánulos que contienen pigmento, conocidos como melanosomas.
   El equipo descubrió inesperadamente que los antiguos dinosauriosmaniraptora, paravians y mamíferos y aves vivos compartían de forma exclusiva el desarrollo evolutivo de diversas formas y tamaños de melanosomas. La diversidad en la forma y tamaño de los melanosomas permite a los científicos descifrar el color. La evolución de los diversos melanosomas en estos organismos plantea la posibilidad de que la forma y el tamaño de los melanosomas podrían dar pistas sobre la fisiología de los dinosaurios.
   Los melanosomas han estado en el centro de la investigación reciente que ha llevado a los científicos a sugerir los colores de los antiguos ejemplares de fósiles cubiertos de pelusa o plumas. Los melanosomas contienen melanina, el pigmento que absorbe la luz más común encontrado en los animales.
   Mediante el análisis de la forma de los melanosomas de los especímenes fósiles, los científicos han sugerido recientemente el color de varias especies antiguas, incluyendo uno de los primeros dinosaurios con plumas descubierto, 'Sinosauropteryx', y especies aladas como 'Microraptor' y 'Anchiornis'. Según la nueva investigación, la decodificación del color funciona bien para algunas especies, pero el color de otros puede ser más complicado de reconstruir de lo que se pensaba.
   Al comparar los melanosomas de 181 ejemplares existentes, 13 especímenes fósiles y todos los datos previamente publicados sobre la diversidad de los melanosomas, los investigadores encontraron que las tortugas, los lagartos y cocodrilos actuales, que son ectotermos o de "sangre fría", muestran mucha menos diversidad en la forma de los melanosomas que las aves y los mamíferos, que son endotérmicos o de sangre caliente.
   La escasa diversidad en la forma de los melanosomas entre los ectotermos actuales muestra poca correlación con el color, algo que también es válido para los especímenes fósiles arcosaurios con revestimientos cresposos que los científicos han descrito como"protofeathers" o "pterosaurios". En estas muestras, la forma de los melanosomas se limita a las formas esféricas como las de los reptiles modernos, arrojando dudas sobre la capacidad de descifrar el color de estos especímenes a partir de melanosomas fósiles.
POSIBLE MARCADOR DE LA EVOLUCIÓN AL VUELO
   Por el contrario, en el linaje de los dinosaurios que lleva a las aves, los investigadores hallaron una explosión en la diversidad de las formas y tamaños de los melanosomas que parece correlacionarse con un estadillo de color dentro de estos grupos. El cambio en la diversidad se llevó a cabo de manera abrupta, cerca de cuando se originaron las plumas pinadas de los dinosaurios maniraptora.
   "Esto apunta a un cambio profundo en un punto bastante discreto", señala la autora Julia Clarke, en la Escuela Jackson de Geociencias de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos. "Estamos viendo una explosión de
diversidad de melanosomas justo antes del comienzo del vuelo asociado con el origen de las plumas", añade.
   Los investigadores se sorprendieron por una similitud en el patrón de la diversidad de los melanosomas entre los antiguos dinosaurios maniraptora, paravians y mamíferos y aves vivos. "Vimos la misma diversidad en los melanosomas de los vertebrados de sangre caliente vivos que evolucionaron de forma independiente las tasas metabólicas que en los dinosaurios emplumados", resalta el coautor Mateo Shawkey, de la Universidad de Akron.
   Muchos de los genes implicados en el sistema de color de la melanina también están involucrados en otros procesos básicos tales como la ingesta de alimentos, el eje del estrés y los comportamientos reproductivos. Por ello, según los investigadores, es posible que la evolución de las diversas formas de melanosomas están vinculadas a cambios más grandes en la energética y la fisiología.
   La forma de los melanosomas podría llegar a ofrecer una nueva herramienta para el estudio de la endotermia de especímenes fósiles, un tema notoriamente difícil para los paleontólogos. Debido a que la explosión de la diversidad en los melanosomas parece haber tenido lugar justo en el origen de las plumas pinadas, podría indicar que se produjo un cambio fundamental en la fisiología de los dinosaurios antes del comienzo del vuelo.
   "Estamos lejos de entender la naturaleza exacta del cambio que pueda haber ocurrido --reconoce Clarke--. Pero si los cambios en los genes que participan tanto en la coloración y otros aspectos de la fisiología explican el patrón que vemos, estos preceden al vuelo y surgen cerca del origen de las plumas".
   Es posible, a juicio de Clarke, que la diversidad en la forma de los melanosomas (y cambios de color correlacionados) resultaran de un aumento de papel evolutivo de la señalización y la selección sexual que tenía un efecto de arrastre sobre la fisiología o que un cambio en la fisiología precediera los cambios en patrones de colores.


miércoles, 12 de febrero de 2014

La extinción masiva de la Tierra ocurrió a velocidad de vértigo


La NASA difunde primeras imágenes del asteroide que "rozará" la Tierra



Algo destruyó rápidamente casi toda forma de vida en la Tierra hace más de 250 millones de años y lo que desencadenó esta desaparición masiva actuó mucho más rápido de lo que se había pensado hasta ahora, afirmaron científicos en un informe divulgado este lunes.
Basándose en un análisis de rocas en China sabemos ahora que la extinción de finales del período Pérmico ocurrió en el curso de 60.000 años, un período muy breve en términos geólogicos, según afirman los científicos en su artículo publicado en la revista de las Actas de la Academina Nacional de Ciencias (PNAS).
Esto es hasta 10 veces más rápido de lo que los investigadores creían hasta ahora, casi un guiño de ojo, puesto que antes esta cifra se estimaba en al menos 200.000 años.
"Está claro que lo que fuera que desencadenó la extinción actuó muy rápidamente", afirmó el autor principal de la investigación, Seth Burgess, un estudiante de Ciencias de la Tierra en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Esta extinción acabó con el 96% de la vida marina y casi el 70% de la vida terrestre.
Existen múltiples teorías sobre sus causas, entre las más plausibles una serie de erupciones volcánicas masivas que lanzaron inmensas cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera, acidificando los océanos y causando un intenso cambio climático.
Otras posibles causas hablan de la caída de un asteroide o de sucesos medioambientales cataclísmicos, apuntan los autores.
El último estudio se basa en un análisis de cristales de zircón en una formación geológica en Meishan, China.
Los fósiles descubiertos en esta región llevaron a los investigadores a pensar que las rocas guardan el secreto del final del período Pérmico y el inicio del Triásico, en el que comenzaron a aparecer los dinosaurios y mamíferos.
Utilizando las últimas técnicas científicas, los investigadores han sido capaz de refinar las estimaciones realizadas en 2011, cuando valoraron que esta gigantesca extinción ocurrió en 200.000 años.
La muerte de todas las criaturas podría haber ocurrido en tan solo 12.000 años
Una examen más detallado del uranio y del plomo de las muestras de los lechos de cenizas volcánicas sugieren que la muerte de casi todas las plantas y criaturas de la Tierra podría haber ocurrido en un período tan corto como 12.000 años.
"Hemos podido determinar el momento y la duración de la extinción casi en términos absolutos", afirmó Sam Bowring, profesor de Ciencias de la Tierras y Planetarias en el MIT.
"¿Cómo podemos imaginar la desaparición del 96% de todo lo que vivía en los océanos en algunas decenas de miles de años?", se interroga, añadiendo: "una extinción excepcional necesita una explicación excepcional".
Los investigadores descubrieron que 10.000 años antes de la extinción, los océanos registraron una subida de las temperaturas oceánicas de 10 grados o más, lo que acabó con una gran parte de la vida marina.
"Cualquiera que fuese el suceso responsable de esta gran extinción, debió de producirse rápidamente para desestabilizar la biosfera antes de que la mayoría de la vida vegetal y animal tuviera tiempo para adaptarse y sobrevivir", calcula Seth Burgess, también del MIT.
Vista la brevedad de la extinción es posible que una sola erupción catastrófica haya provocado un colapso casi instántaneo de los ecosistemas del planeta, según los investigadores.
La Tierra ha conocido cinco extinciones. La última hace 65 millones de años acabó con el 50% de las especies, entre ellas los dinosaurios. En esa ocasión fue producida al parecer por la caída de un asteroide.

martes, 11 de febrero de 2014

El precursor de los mamíferos ya desgarraba grandes presas con su dentadura

Dimetrodon.jpg

Los primeros depredadores superiores que fueron capaces de moverse en tierra firme no tenían miedo de morder más de lo que sus mandíbulas les permitían, tal y como ha demostrado un estudio de la Universidad de Toronto Mississauga.
El estudiante de posgrado y el autor principal Kirstin Brink sugiere que el dimetrodon, un carnívoro considerado precursor de los mamíferos que caminaba sobre la tierra hace entre 298 millones y 272 millones de años, fue el primer vertebrado terrestre en desarrollar dientes serrados en forma de cuchillo.
De acuerdo con el estudio publicado en Nature Communications, los dientes zifodonte, con sus bordes dentados, producían una mordedura más eficiente y habrían permitido al dimetrodon comer presas mucho más grandes que él mismo.
Aunque la mayoría de los dinosaurios carnívoros poseían dientes zifodonte, la evidencia fósil sugiere que los dientes serrados primero evolucionaron en el dimetrodon, unos 40 millones de años antes que en los dinosaurios terópodos .
"Las tecnologías como el microscopio electrónico de barrido (SEM) y la histología nos permitieron examinar estos dientes en detalle para revelar patrones previamente desconocidos en la historia evolutiva del Dimetrodon", dijo Brink.
El dimetrodon, con sus cuatro metros de largo, representaba la parte superior de la cadena alimentaria terrestre en el período Pérmico temprano y es considerado como el precursor de los mamíferos. Según esta investigación, tenía una diversidad de estructuras dentales antes desconocidas y fue también el primer vertebrado terrestre en desarrollar un diseño dental que ha terminado por ser dominante en los mamíferos.
El estudio también sugiere que los dientes zifodonte se limitaron a las especies posteriores de dimetrodon, lo que indica un cambio gradual en los hábitos de alimentación. La configuración a modo de cuchillo de carne de estos dientes y la arquitectura del cráneo sugieren que el dimetrodon era capaz de agarrar y rasgar y desmembrar grandes presas, según el investigador.


viernes, 7 de febrero de 2014

El director del Muja habla sobre las huellas de dinosaurio




Luján PALACIOS/La Nueva España
El Museo del Jurásico de Asturias (Muja) cumple este año su décimo aniversario, y para celebrarlo hay programadas múltiples actividades de difusión. Como la que tendrá lugar esta tarde en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, con la charla "El mundo jurásico en Asturias: la costa de los dinosaurios", que será impartida por el director del equipo científico del museo, José Carlos Martínez García-Ramos.
El experto recorrerá la evolución del planeta durante el jurásico, la distribución de tierras y mares, la variación del ambiente marino hacia el continental y los grandes restos de la época que se conservan en Asturias: "la nuestra es la tercera mejor colección de huellas del mundo, y a ellas hay que sumar las huellas de estegosaurio o las impresiones de piel y las huellas de reptiles", apunta el director del Muja. Sobre todas ellas hablará en el acto de esta tarde (20.00 horas, en la Sala Cultural de Cajastur Monte de Piedad), y también aprovechará para presentar al público la recién creada Asociación de Amigos del Jurásico de Asturias, que cuenta con una veintena de miembros.
Del mismo modo, José Carlos Martínez avanzará algunos contenidos de la programación del aniversario, entre los que se cuenta la visita de Martin Lockley, el mayor especialista del mundo en huellas de dinosaurio, que impartirá en unos meses varias conferencias en Asturias.

También tienen previstos los responsables del Muja la preparación de un nuevo yacimiento en los acantilados del concejo de Villaviciosa, si bien aún está pendiente una revisión de los daños ocasionados en la zona por el temporal marítimo de los últimos días. De ello también dependerá el traslado de nuevas piezas a las instalaciones museísticas, que igual que el año pasado, se trasladarán gracias a un helicóptero del ejército. "Esperamos que el mar no las haya destrozado", apunta el director del Muja, en un año con el dinosaurio como protagonista.

il-lustra ciencia

La Associació Catalana de Comunicació Científica (ACCC) ha convocado la segunda edición de «Il·lustraciència», proyecto participativo y abierto a la ciudadanía, acerca la ilustración científica en la sociedad, siendo punto de unión entre artistas y empresas, con el objetivo de fomentar la ilustración científica, su estudio, su visibilidad social y las salidas profesionales de las personas que se dedican a través de acercar su trabajo en la sociedad.
Participan entidades internacionales, como la Universidade de
Aveiro, Transmitting Science y WikiArs

martes, 4 de febrero de 2014

Descubren los restos de uno de los dinosaurios más grandes en la Tierra

México, DF. El aumento en la excavación de dinosaurios de China en las últimas dos décadas ha enriquecido el registro de saurópodos titanosauriformes asiáticos. Sin embargo, las relaciones de estos saurópodos siguen siendo polémicas, y giran en torno a unos pocos grupos taxonómicos bien conservados.


Ahora, paleontólogos descubrieron una nueva especie de titanosaurio que vivió en la Tierra durante el Cretácico temprano, hace alrededor de 100 millones de años, y destacó por su tamaño descomunal.
El individuo, cuyos fósiles fueron encontrados en la provincia china de Gansu, fue denominado Yongjinglong datangi, dio a conocer un estudio publicado en la revista PLoS One.
El dinosaurio encontrado era un espécimen aún joven y sin desarrollar completamente, y medía aproximadamente 18 metros. Por tal motivo, los especialistas suponen que el tamaño como adulto de esta especie podría haber sido mucho mayor, lo cual lo pone en la lista de los animales más grandes en la historia de la Tierra.
Los paleontólogos encontraron en el nuevo dinosaurio características anatómicas de sus huesos que tienen cierta semejanza con otro Titanosaurio de China, el Euhelopus zdanskyi, sin embargo los expertos pudieron identificar una serie de características únicas.
 “La escápula (del Yongjinglong datangi) era muy larga, de casi dos metros, con lados que eran casi paralelos, a diferencia de muchos otros titanosaurios con un arco escapular hacia el exterior”, dijo Liguo Li de la Universidad de Pennsylvania, quien además es la autora principal del artículo que dio a conocer el descubrimiento.
Los fósiles de Yongjinglong datangi ya habían sido encontrados desde 2008, pero hasta ahora no se sabía a quién pertenecían. Entre los hallazgos figuran dientes, algunas costillas, varias vértebras, escápula y coracoides. Hace poco, científicos de China y Pensilvania publicaron los detalles de los huesos y cómo supuestamente podrían haber encajado en el antiguo reptil.
El hallazgo, por su parte, ayuda a clarificar las relaciones entre varias especies de saurópodos que se han encontrado en las últimas décadas en China y en otros lugares del mundo. Por otra parte, en el caso del Yongjinglong sus características lo colocan entre los más derivados o evolutivamente avanzados de los titanosaurios descubiertos hasta ahora en Asia.

Hasta hace muy poco, la Unión Americana fue el epicentro de la diversidad de los dinosaurios. Sin embargo, China superó a EU en 2007, en términos de especies encontradas. Este último descubrimiento fue hecho en la Cuenca Lanzhou-Minhe al sudeste de la provincia china de Gansu, a una hora en coche de la capital de la provincia, Lanzhou. Así mismo, otros dos titanosaurios de la misma época (Huanghetitan liujiaxiaensis y Daxiatitan binglingi) fueron descubiertos en la última década en un valle localizado a un kilómetro de donde se encontraron los fósiles Yongjinglong.